Busto Faraón Akenatón. Escayola policromada. 37 cm altura. Egipto.
Escultura nº 8
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Busto escultura de escayola policromada de los años años 90.
Mide 37 cm de alto * 15 cm de ancho * 20 cm de profundidad.
Las fotografías son la mejor descripción de esta preciosa figura.
Ref. Exp. Escultura nº 8 Más objetos relacionados aquí: EGIPTO
Un poquito de literatura...:
Amenhotep IV, Akenatón, Akenatón o Akenatón (u otras variantes ortográficas) fue un faraón de la XVIII dinastía del Antiguo Egipto. El faraón se hizo conocido por el arte suelto de Amarna y la introducción del monoteísmo en Egipto.
Inicialmente, como en Khenet (Gebel el Silsila), se dejó retratar como un monarca egipcio tradicional. Fue entronizado en el templo de Montu en Karnak.
Sin embargo, después de cuatro años en el trono (c. 1348 a. C.), Akenatón realizó una serie de cambios revolucionarios:
Mientras que hasta entonces Egipto tenía un politeísmo, con el dios sol Amón como dios supremo, Akenatón posiblemente introdujo el monoteísmo, aunque el aspecto monoteísta de su religión está en discusión. El único dios era Atón, el disco solar, hasta entonces un aspecto menor del dios sol Amón-Ra. Las imágenes del faraón y su familia sustituyeron a las de las antiguas deidades tutelares en el santuario de los templos.
Hizo construir una nueva capital, Akhetaten (Horizonte de Atón), la actual Amarna. En el quinto año del reinado, toda la corte se trasladó con la reina madre Tey a Akhetaten.
El propio faraón era el sumo sacerdote de Atón. Él era el mediador del culto personal.
Se abandonó un nuevo estilo, el arte de Amarna, el estilo tradicional rígido y estático y las personas fueron representadas de manera más informal y fiel en los relieves. Sus propias estatuas son expresivas y poco atractivas.[2] Se introdujeron nuevos tamaños para cortar bloques de piedra.
Cerró los templos de otros dioses además de Atón.
El lenguaje de escritura cambió.
A partir de su duodécimo año de reinado, las reformas se implementaron de manera menos radical, cuando Akenatón tuvo que prestar atención a los acontecimientos en el extranjero. Los hititas intentaron ampliar su influencia en Siria. Se concluyó un matrimonio diplomático con la hija del gobernante babilónico de los casitas. La segunda reina, Kiya, pudo haber sido hija del rey Mitanni.
Akenatón murió antes de nombrar un sucesor.
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Amenhotep IV, Akenatón, Akenatón o Akenatón (u otras variantes ortográficas) fue un faraón de la XVIII dinastía del Antiguo Egipto. El faraón se hizo conocido por el arte suelto de Amarna y la introducción del monoteísmo en Egipto.
Inicialmente, como en Khenet (Gebel el Silsila), se dejó retratar como un monarca egipcio tradicional. Fue entronizado en el templo de Montu en Karnak.
Sin embargo, después de cuatro años en el trono (c. 1348 a. C.), Akenatón realizó una serie de cambios revolucionarios:
Mientras que hasta entonces Egipto tenía un politeísmo, con el dios sol Amón como dios supremo, Akenatón posiblemente introdujo el monoteísmo, aunque el aspecto monoteísta de su religión está en discusión. El único dios era Atón, el disco solar, hasta entonces un aspecto menor del dios sol Amón-Ra. Las imágenes del faraón y su familia sustituyeron a las de las antiguas deidades tutelares en el santuario de los templos.
Hizo construir una nueva capital, Akhetaten (Horizonte de Atón), la actual Amarna. En el quinto año del reinado, toda la corte se trasladó con la reina madre Tey a Akhetaten.
El propio faraón era el sumo sacerdote de Atón. Él era el mediador del culto personal.
Se abandonó un nuevo estilo, el arte de Amarna, el estilo tradicional rígido y estático y las personas fueron representadas de manera más informal y fiel en los relieves. Sus propias estatuas son expresivas y poco atractivas.[2] Se introdujeron nuevos tamaños para cortar bloques de piedra.
Cerró los templos de otros dioses además de Atón.
El lenguaje de escritura cambió.
A partir de su duodécimo año de reinado, las reformas se implementaron de manera menos radical, cuando Akenatón tuvo que prestar atención a los acontecimientos en el extranjero. Los hititas intentaron ampliar su influencia en Siria. Se concluyó un matrimonio diplomático con la hija del gobernante babilónico de los casitas. La segunda reina, Kiya, pudo haber sido hija del rey Mitanni.
Akenatón murió antes de nombrar un sucesor.