Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    search
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    •  conservado en seco y personalizado.
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    •  conservado en seco y personalizado.
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    •  conservado en seco y personalizado.
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    •  conservado en seco y personalizado.
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    •  conservado en seco y personalizado.
    • Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    Chupacabra mexicanis. Fabuloso  conservado en seco y personalizado. Chupacabra mexicanis. Fabuloso  conservado en seco y personalizado. Chupacabra mexicanis. Fabuloso  conservado en seco y personalizado. Chupacabra mexicanis. Fabuloso  conservado en seco y personalizado. Chupacabra mexicanis. Fabuloso  conservado en seco y personalizado. Chupacabra mexicanis. Fabuloso
    Chupacabra mexicanis. Fabuloso

    Chupacabras mexicanis. Fabuloso, conservado en seco y personalizado. Props ambientados de terror.

    Chupacabras nº 100
    1 artículo
    1.394,91 €
    Sin impuestos

    Todos nuestros objetos solo en régimen de alquiler. El coste del alquiler es el 30% de su precio.

    Fantástico ejemplar de chupacabras, pieza única, difícilmente podrá encontrar otra igual.

    Se trata de una representación imaginaria de un chupacabras (en realidad creemos que este animal no existe y hay descripciones bastante diversas del hipotético animal)

    Son innumerables las historias de seres monstruosos que se ocultan en lagos, bosques y lugares recónditos, pero pocos han calado tan profundo como la famosa leyenda del chupacabras: una criatura cuyos relatos se multiplican desde Puerto Rico hasta Rusia. ¿Hay algo de cierto sobre este misterioso ser?

    Según los registros, la primera vez que alguien vio al chupacabras fue en 1995, en Canóvanas, Puerto Rico, y fue descrito como un ser espeluznante, semejante a un extraterrestre. A este relato se sumaron los de otros pobladores, que describían a la criatura como un ser bípedo de 1,20 a 1,50 metros, con púas en su espalda, largas garras y grandes ojos. Se le culpaba de la muerte del ganado, al que le succionaba la sangre, perforándole el cuello.

    Aunque la leyenda cobró relevancia y se volvió viral, durante la década del 2000, el monstruo llegó a ser algo diferente: ya no se trataba de un extraterrestre, sino de una especie de animal cuadrúpedo, semejante a un perro sin pelos y de aspecto espantoso. De hecho, varias de estas criaturas fueron halladas muertas, pero al estudiarse su ADN, se determinó que eran en realidad perros o coyotes con sarna sarcóptica (provocada por ácaros), algo bastante común y que genera ese aspecto desagradable y extraño en la piel de los animales.

    El nombre se deriva del hecho de que bebería la sangre de cabras y otros animales domésticos, y les causaría una mutilación particular. Las descripciones del chupacabra por presuntos testigos son diferentes. Una de las representaciones más típicas de un chupacabra lo describe como un animal bastante pesado, del tamaño de un osito, con una fila de espinas desde la cabeza hasta la base de la cola.

    Mide este animal 40 cm de largo.

    Las fotos son la mejor descripción de este espeluznante esqueleto de chupacabras.

    Ref. Gabinete nº 100