Cerro de las Cabezas. Historia de una ciudad protohistórica Íbera

6 diciembre 2020

 

Uno de los yacimientos arqueológicos íberos más interesantes es sin duda el Cerro de las Cabezas. Este sitio arqueológico se encuentra a 6 km de la localidad de Valdepeñas, en la provincia de Ciudad Real. Las investigaciones arqueológicas que se desarrollaron en este área hallaron una de las ciudades protohistóricas mejor conservadas de la Península Ibérica.

 

 

Las primeras campañas arqueológicas se llevaron a cabo en la década del 1980. En los años 84-85 se realizaron los primeros sondeos en el yacimiento. Las investigaciones se aceleraron durante los trabajos debido a la construcción de la autovía Madrid-Cádiz en el 1987. Fue entonces cuando se impulsaron dos excavaciones de urgencia que confirmaron la importancia del yacimiento consiguiendo cambiar el trazado del proyecto de la autovía desplazandolo hacia el este. Desde este momento se realizan a partir de los años noventa varias campañas de excavación que dieron luz al poblado protohistórico. En la primera década del 2000 se llevaron a cabo varios trabajos para la realización de un centro de interpretación y la mejora de la accesibilidad para las personas interesadas en visitar el yacimiento.

 

En el estado actual del conocimiento sabemos que la primera ocupación antrópica del Cerro de las Cabezas se llevó a cabo durante los siglos VII-VI a.C. como testimonian una serie de viviendas de planta ovoidal halladas en el yacimiento. Los estudios señalan que la zona habitada siguió desarrollándose durante el siglo V a.C. Los arqueólogos y las arqueólogas indican que entre el IV y buena parte del III siglo a.C. fue cuando el oppidum vivió su momento de máximo esplendor y expansión.

 

Es en este periodo cuando se denota la importancia del oppidum que presenta una importante cinta muraria que contaba con una longitud de alrededor de 1600 metros lineales. La fortificación estaba dotada de cinco puertas de acceso, aunque recientes investigaciones no descartan la posibilidad de la existencia de una sexta puerta.  Por cuanto concierne a las viviendas encontradas se ha documentado la existencia de éstas en varios tamaños y diferente distribución. En el oppidum se han hallado también varias estructuras destinadas al almacenamiento cerca de la muralla. Además de los edificios destinados a vivienda y almacén se han hallado restos de edificios asignados a actividades productivas.

 

Los investigadores e investigadoras señalan el caso de un espacio donde se han hallado numerosos elementos metálicos, hipotetizando que se podía tratar de un horno de fundición. Cerca de la muralla sur se ha encontrado un edificio relacionado con la producción de cerámicas. Junto a estas dos actividades de producción las investigaciones han hallado restos de telares y pesos que hacen pensar que otra actividad productiva de la ciudad podría haber estado ligada a la producción textil.

La ciudad fue abandonada en el contexto de la segunda guerra púnica en los años 218-202 a.C. Al final de la segunda guerra púnica las características del territorio de la Península Ibérica fueron cambiando paulatinamente llevando a una fuerte romanización del territorio en el I siglo a.C. La romanización llevó a una reorganización del territorio con la ocupación de zonas fluviales para incentivar la producción agrícola y ganadera. Estos cambios impulsaron el abandono de los antiguos centros fortificados posicionados en las alturas.

 

Para saber más: http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/yacimiento-visitable-del-cerro-de-las-cabezas-46664/descripcion/

 

Andrea Vincenti.

Arqueólogo y cooperante. Viajero y Knowmad.